La sangre en las heces es un síntoma común. Muchas de las personas lo enfrentan de vez en cuando. Pero si es un síntoma recurrente, la colitis ulcerosa es una enfermedad que hay que descartar. El intestino se divide en dos partes principales: pequeño y grande.
El intestino grueso es el último metro del intestino que ayuda no solo a formar las heces sino también a almacenarlas hasta el momento en que evacuamos durante nuestra defecación de rutina.
¿Qué es la colitis ulcerosa?
Es un tipo de enfermedad donde la última parte de nuestro intestino es dañada por nuestras propias células inmunes y es un tipo de Enfermedad Inflamatoria Intestinal o en términos comunes, EII. Los otros tipos de EII son la enfermedad de Crohn y la colitis microscópica. En la colitis ulcerosa, el revestimiento del intestino grueso se daña y ulcera. Una vez que se ulcera, comienza a supurar sangre.
¿Quién es probable que lo tenga?
La colitis ulcerosa es común entre los jóvenes de ambos sexos, aunque ninguna edad está protegida contra ella. La causa exacta de la colitis ulcerosa sigue siendo desconocida. Anteriormente, se sospechaba de la dieta y el estrés, pero ahora sabemos que estos factores pueden agravar la colitis ulcerosa, pero no la causan.
Una posible causa es un mal funcionamiento del sistema inmunológico. Cuando su sistema inmunitario trata de combatir un virus o una bacteria invasora, una respuesta inmunitaria anormal hace que el sistema inmunitario también ataque las células del tracto digestivo. El papel de la herencia es controvertido.
¿Cuáles son los síntomas de la colitis ulcerosa?
Los síntomas de la enfermedad varían según la gravedad. Sin embargo, los síntomas más comunes son diarrea, aumento de la frecuencia de las deposiciones, sangre en las heces, urgencia para defecar, dolor rectal, incapacidad para defecar a pesar de las ganas y el dolor e incontinencia ocasional.
Si la enfermedad se vuelve grave, puede presentarse con pérdida de peso, hinchazón de las piernas, fatiga, dificultad para respirar, fiebre y falta de aumento de altura en los niños. La sangre en las heces es el síntoma característico, pero la diarrea no es imprescindible.
¿Cuáles son las complicaciones si no se tratan?
Si no se trata, la persona sigue perdiendo sangre y se vuelve anémica. Incluso puede desarrollar diarrea severa y complicaciones de la diarrea. Si la enfermedad no se controla, puede causar obstrucción del intestino a largo plazo e incluso pueden ocurrir cánceres.
Puede causar afectación de otros órganos del cuerpo. La persona puede tener dolor en las articulaciones, enfermedad hepática, enfermedad ósea, enfermedad de la piel, úlceras orales e incluso un mayor riesgo de coágulos en el cuerpo.
¿Cuándo ver a su médico?
Todas las personas que tengan una pérdida persistente de sangre en las heces, que se despierten por la noche para defecar, que tengan diarrea, calambres abdominales o fiebre, deben hacerse un chequeo. El médico evaluaría mediante unos simples análisis de sangre, pruebas de heces, radiografías y un examen endoscópico. Se debe tomar una pequeña biopsia del intestino mediante endoscopia para confirmar el diagnóstico.
¿Cuál es el tratamiento para la enfermedad?
El tratamiento de esta enfermedad suele ser de por vida. Hay medicamentos disponibles para mantener la enfermedad bajo control. Pocos pacientes pueden incluso requerir esteroides e inyectables. Como último recurso, la persona podría tener que extirpar el intestino grueso afectado.
No existen pautas dietéticas específicas, pero ciertos alimentos y bebidas pueden agravar los síntomas, especialmente durante un brote. Durante el brote de la enfermedad, se les recomienda restringir los productos lácteos, los alimentos ricos en fibra y tomar comidas pequeñas y frecuentes con muchos líquidos.
No descuides tu sangre en las heces porque las almorranas no son la única causa. Cuanto mayor es la demora en el diagnóstico y el inicio del tratamiento, mayor es la posibilidad de complicaciones y necesidad de cirugía.
